El TAO es un concepto metafísico originario del taoísmo, aunque también se usa ampliamente en el confucionismo y el budismo chan (zen en japonés) y en la religión y la filosofía china. La palabra en sí puede traducirse literalmente por el camino, la vía, o la ruta, o también por el método o la doctrina. En el taoísmo se refiere a la esencia primordial o al aspecto fundamental del Universo; es el orden natural de la existencia, que en realidad no puede ser nombrado, en contraste con las incontables cosas "nombrables" en las que se manifiesta. En japonés se le llama Dō.
Hay un flujo en el Universo que se llama Dao, o Tao. El Dao fluye lentamente, pero nunca para y es increíblemente poderoso, manteniendo las cosas del Universo en orden y equilibrio. Se manifiesta a través de cambios de estaciones, ciclos vitales o mutaciones de poder u orden.
El Dao es la ley de Todo. Si sigues el Dao te haces Uno. Además, conviene comprender el Qi, también llamado Chi (es un término chino que equivale a vapor, aliento o energía), porque el Qi y el Dao van de la mano, ya que el Qi es la energía que circula en el Universo, por lo que se puede decir que el Dao es flujo de Qi.
El concepto del Tao se basa en aceptar que la única constante en el Universo es el cambio y que debemos aceptar este hecho y estar en armonía con ello. El cambio es el flujo constante del ser al no ser, de lo posible a lo real, yin a yang, femenino a masculino.
El símbolo del Tao, llamado Taijitu, está constituido por el Yin y el Yang confluyendo en un círculo.
La primera referencia al Tao, aparece en el Tao Te Ching de Lao-Tsé, en el que no se define concretamente lo que es y cuyo carácter metafísico fue único en la China de entonces. Sus enseñanzas, y las de su sucesor Chuang-Tsé, constituyen el Taoísmo.

El Tao que puede expresarse
no es el Tao permanente.
El nombre que puede nombrarse
no es el nombre permanente.
El no-ser es principio del Cielo y de la Tierra;
el ser, de los infinitos seres es madre.
Por eso con el permanente no-ser
se contempla la esencia escondida (del Tao);
con el permanente ser
se contemplan meros indicios del Tao.
Estos dos (no-ser y ser) tienen el mismo origen
aunque diferentes nombres;
tanto al uno como al otro puedes llamarlos misterio.
Misterio de los misterios
llave de toda mudanza.
(Tao Te Ching, Lao Tsé)

Prometamos
Ser tan fuertes que nada pueda estorbar nuestra paz mental;  A hablar de salud, felicidad y prosperidad  a cada persona que conozcamos A hacer sentir a todos nuestros amigos que hay algo en ellos;A    mirar el lado brillante de todo y hacer realidad nuestro optimismo;   A pensar sólo lo mejor, a trabajar sólo por lo mejor y a esperar sólo lo mejor;A ser tan entusiasta sobre el éxito de los demás como lo estamos sobre el nuestro;A olvidar los errores del pasado y seguir adelante hacia los más grandes logros del futuro;A lucir un semblante alegre en todo momento y dar a cada persona con laque nos topamos 

                                   El gigante egoista



Cada tarde, a la salida de la escuela, los niños se iban a jugar al jardín del Gigante
Era un jardín amplio y hermoso, con arbustos de flores y cubierto de césped verde y suave. Por aquí y por allá, entre la hierba, se abrían flores luminosas como estrellas, y había doce albaricoqueros que durante la Primavera se cubrían con delicadas flores color rosa y nácar, y al llegar el Otoño se cargaban de ricos frutos aterciopelados. Los pájaros se demoraban en el ramaje de los árboles, y cantaban con tanta dulzura que los niños dejaban de jugar para escuchar sus trinos.
- ¡Qué felices somos aquí! – se decían unos a otros.
Pero un día el Gigante regresó. Había ido de visita donde su amigo el Ogro de Cornish, y se había quedado con él durante los últimos siete años. Durante ese tiempo ya se habían dicho todo lo que se tenían que decir, pues su conversación era limitada, y el Gigante sintió el deseo de volver a su mansión. Al llegar, lo primero que vio fue a los niños jugando en el jardín.
- ¿Qué hacen aquí? – surgió con su voz retumbante.
Los niños escaparon corriendo en desbandada.
- Este jardín es mío. Es mi jardín propio – dijo el Gigante.
- Todo el mundo debe entender eso y no dejaré que nadie se meta a jugar aquí.

Y, de inmediato, alzó una pared muy alta, y en la puerta puso un cartel que decía:
ENTRADA ESTRICTAMENTE PROHIBIDA
BAJO LAS PENAS CONSIGUIENTES

Era un Gigante egoísta… Los pobres niños se quedaron sin tener dónde jugar. Hicieron la prueba de ir a jugar en la carretera, pero estaba llena de polvo, estaba plagada de pedruscos, y no les gustó. A menudo rondaban alrededor del muro que ocultaba el jardín del Gigante y recordaban nostálgicamente lo que había detrás.
- ¡Qué dichosos éramos allí! – se decían unos a otros.
Cuando la Primavera volvió, toda la comarca se pobló de pájaros y flores. Sin embargo, en el jardín del Gigante Egoísta permanecía el Invierno todavía. Como no había niños, los pájaros no cantaban, y los árboles se olvidaron de florecer. Sólo una vez una lindísima flor se asomó entre la hierba, pero apenas vio el cartel, se sintió tan triste por los niños que volvió a meterse bajo tierra y volvió a quedarse dormida.
Los únicos que ahí se sentían a gusto eran la Nieve y la Escarcha.
- La Primavera se olvidó de este jardín -se dijeron-, así que nos quedaremos aquí todo el resto del año.
La Nieve cubrió la tierra con su gran manto blanco y la Escarcha cubrió de plata los árboles. Y en seguida invitaron a su triste amigo el Viento del Norte para que pasara con ellos el resto de la temporada. Y llegó el Viento del Norte. Venía envuelto en pieles y anduvo rugiendo por el jardín durante todo el día, desganchando las plantas y derribando las chimeneas.
- ¡Qué lugar más agradable! -dijo-.
Tenemos que decirle al Granizo que venga a estar con nosotros también. Y vino el Granizo también. Todos los días se pasaba tres horas tamborileando en los tejados de la mansión, hasta que rompió la mayor parte de las tejas. Después se ponía a dar vueltas alrededor, corriendo lo más rápido que podía. Se vestía de gris y su aliento era como el hielo.
- No entiendo por qué la Primavera se demora tanto en llegar aquí – decía el Gigante Egoísta cuando se asomaba a la ventana y veía su jardín cubierto de gris y blanco-, espero que pronto cambie el tiempo.
Pero la Primavera no llegó nunca, ni tampoco el Verano. El Otoño dio frutos dorados en todos los jardines, pero al jardín del Gigante no le dio ninguno.
- Es un gigante demasiado egoísta – decían los frutales.
De esta manera, el jardín del Gigante quedó para siempre sumido en el Invierno, y el Viento del Norte y el Granizo y la Escarcha y la Nieve bailoteaban lúgubremente entre los árboles.
Una mañana, el Gigante estaba en la cama todavía cuando oyó que una música muy hermosa llegaba desde afuera. Sonaba tan dulce en sus oídos, que pensó que tenía que ser el rey de los elfos que pasaba por allí. En realidad, era sólo un jilguerito que estaba cantando frente a su ventana, pero hacía tanto tiempo que el Gigante no escuchaba cantar ni un pájaro en su jardín, que le pareció escuchar la música más bella del mundo. Entonces el Granizo detuvo su danza, y el Viento del Norte dejó de rugir y un perfume delicioso penetró por entre las persianas abiertas.
- ¡Qué bueno! Parece que al fin llegó la Primavera – dijo el Gigante.
- Y saltó de la cama para correr a la ventana.

¿Y qué es lo que vio?
Ante sus ojos había un espectáculo maravilloso. A través de una brecha del muro habían entrado los niños, y se habían trepado a los árboles. En cada árbol había un niño, y los árboles estaban tan felices de tenerlos nuevamente con ellos, que se habían cubierto de flores y balanceaban suavemente sus ramas sobre sus cabecitas infantiles. Los pájaros revoloteaban cantando alrededor de ellos, y los pequeños reían. Era realmente un espectáculo muy bello.
Sólo en un rincón el Invierno reinaba. Era el rincón más apartado del jardín y en él se encontraba un niñito. Pero era tan pequeñín que no lograba alcanzar a las ramas del árbol, y el niño daba vueltas alrededor del viejo tronco llorando amargamente. El pobre árbol estaba todavía completamente cubierto de escarcha y nieve, y el Viento del Norte soplaba y rugía sobre él, sacudiéndole las ramas que parecían a punto de quebrarse.
- ¡Sube a mí, niñito! – decía el árbol, inclinando sus ramas todo lo que podía.
Pero el niño era demasiado pequeño. El Gigante sintió que el corazón se le derretía.
- ¡Cuán egoísta he sido! – exclamó.
- Ahora sé por qué la Primavera no quería venir hasta aquí.
- Subiré a ese pobre niñito al árbol y después voy a botar el muro.
- Desde hoy mi jardín será para siempre un lugar de juegos para los niños.

Estaba de veras arrepentido por lo que había hecho. Bajó entonces la escalera, abrió cautelosamente la puerta de la casa, y entró en el jardín. Pero en cuanto lo vieron los niños se aterrorizaron, salieron a escape y el jardín quedó en Invierno otra vez. Sólo aquel pequeñín del rincón más alejado no escapó, porque tenía los ojos tan llenos de lágrimas que no vio venir al Gigante. Entonces el Gigante se le acercó por detrás, lo tomó gentilmente entre sus manos, y lo subió al árbol. Y el árbol floreció de repente, y los pájaros vinieron a cantar en sus ramas, y el niño abrazó el cuello del Gigante y lo besó. Y los otros niños, cuando vieron que el Gigante ya no era malo, volvieron corriendo alegremente. Con ellos la Primavera regresó al jardín.
- Desde ahora el jardín será para ustedes, hijos míos -dijo el Gigante
- Y tomando un hacha enorme, echó abajo el muro.

Al mediodía, cuando la gente se dirigía al mercado, todos pudieron ver al Gigante jugando con los niños en el jardín más hermoso que habían visto jamás. Estuvieron allí jugando todo el día, y al llegar la noche los niños fueron a despedirse del Gigante.
- Pero, ¿dónde está el más pequeñito? – preguntó el Gigante
- ¿ese niño que subí al árbol del rincón?

El Gigante lo quería más que a los otros, porque el pequeño le había dado un beso.
- No lo sabemos – respondieron los niños-, se marchó solito.
- Díganle que vuelva mañana – dijo el Gigante.

Pero los niños contestaron que no sabían dónde vivía y que nunca lo habían visto antes. Y el Gigante se quedó muy triste. Todas las tardes al salir de la escuela los niños iban a jugar con el Gigante. Pero al más chiquito, a ese que el Gigante más quería, no lo volvieron a ver nunca más. El Gigante era muy bueno con todos los niños pero echaba de menos a su primer amiguito y muy a menudo se acordaba de él.
- ¡Cómo me gustaría volverlo a ver! – repetía.
Fueron pasando los años, y el Gigante se puso viejo y sus fuerzas se debilitaron. Ya no podía jugar; pero, sentado en un enorme sillón, miraba jugar a los niños y admiraba su jardín.
- Tengo muchas flores hermosas – se decía
- Pero los niños son las flores más hermosas de todas.

Una mañana de Invierno, miró por la ventana mientras se vestía. Ya no odiaba el Invierno pues sabía que el Invierno era simplemente la Primavera dormida, y que las flores estaban descansando. Sin embargo, de pronto se restregó los ojos, maravillado, y miró, miró… Era realmente maravilloso lo que estaba viendo. En el rincón más lejano del jardín había un árbol cubierto por completo de flores blancas. Todas sus ramas eran doradas, y de ellas colgaban frutos de plata. Debajo del árbol estaba parado el pequeñito a quien tanto había echado de menos.
Lleno de alegría el Gigante bajó corriendo las escaleras y entró en el jardín. Pero cuando llegó junto al niño su rostro enrojeció de ira, y dijo:
- ¿Quién se ha atrevido a hacerte daño?
Porque en la palma de las manos del niño había huellas de clavos, y también había huellas de clavos en sus pies.
- ¿Pero, quién se atrevió a herirte? – gritó el Gigante.
- Dímelo, para tomar la espada y matarlo.
- ¡No! – respondió el niño.
- Estas son las heridas del Amor.
- ¿Quién eres tú, mi pequeño niñito? – preguntó el Gigante.

Y un extraño temor lo invadió, y cayó de rodillas ante el pequeño.
Entonces el niño sonrió al Gigante, y le dijo:

- Una vez tú me dejaste jugar en tu jardín.
- Hoy jugarás conmigo en el jardín mío, que es el Paraíso.

Y cuando los niños llegaron esa tarde encontraron al Gigante muerto debajo del árbol. Parecía dormir, y estaba entero cubierto de flores blancas.
Fuente: cuento de Oscar Wilde

LIMPIE SUS PUNTOS ENERGETICOS Y SU AURA


En un lugar cómodo , y a solas , respire 3 veces lentamente y cierre suavemente sus ojos, imagine una luz blanca que desciende del cielo sobre su cabeza y baja por sus pies , luego una luz, dorada , y finalmente un rayo de colores de arcoíris ,
Para finalizar agradezca mentalmente al ser supremo, creador por la abundancia de energía positiva que nutrió su espíritu, cuerpo y alma . Este método cambiara los estados bajos de su energía áurica , aumentándolos y llenándolo de energía de optimismo y positivismo y alegría.

¿Te atreves a soñar?

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Vampiros energeticos. Por suerte, puedes neutralizarlas.

 



Con estas personas te deja agotada mentalmente, deprimida, con el ánimo apagado. Incluso un nuevo estudio sugiere que son negativas para tu salud.

Por suerte, puedes neutralizarlas. Vampiros emocionales. De acuerdo, el término es bastante dramático, y algunos dirían que hasta excesivo... pero después de un encuentro —por breve que sea— con uno de estos individuos, todos estamos de acuerdo en que es el único que realmente los describe. Después de tratarlos, nos sentimos como si una especie de `Drácula síquico' nos hubiera drenado emocionalmente, dejándonos deprimidos, sin energía, con el ánimo apagado.

Todos conocemos por lo menos uno. ¿No lo crees?

Haz una prueba sencilla: ¿Existe alguien que evitas o rehúyes, sea en persona o por teléfono? ¿A quién te cuesta mucho trabajo devolverle una llamada, porque la sola idea de hablar con él o ella te cansa? Después de compartir con cierta persona, por `agradable' que haya sido el encuentro, ¿te quedas tensa, molesta o agotada... y muchas veces ni siquiera entiendes por qué?

Si has respondido que sí a cualquiera de estas preguntas, no lo dudes: estás lidiando con un vampiro emocional. Lo insidioso de este problema, es que puede ser un desconocido... o un ser querido: el padre, el esposo o la mejor amiga.
De igual manera, la relación puede ser cercana o distante; la persona agradable o desagradable... pero el efecto que tiene sobre ti siempre es tóxico.

Existen dos clases de vampiros emocionales —ambos igualmente tóxicos— que debes aprender a reconocer.

Amenaza invisible

El primero es el vampiro invisible.

Y es que muchas veces, el comportamiento de estas personas no es abiertamente tóxico, por decirlo de esta forma. Por lo tanto, es difícil reconocerlas y `neutralizarlas'. Después de todo, son pocos los que no captan cuando alguien se comporta de una manera grosera o desagradable con ellos, o cuando trata de ofenderlos de acción o de palabra. Pero dicen que no hay peor contrincante que un enemigo invisible, y es verdad. Muchos vampiros emocionales operan `por debajo del radar'. En otras palabras: su comportamiento tóxico no es evidente; este se oculta detrás de una actitud o unas palabras inocentes. Esto se debe a que ellos envían `mensajes dobles', que es el arte de decir una cosa aparentemente inocua, e insinuar otra muy diferente.

Por ejemplo:

`Qué bien te queda ese vestido', dice tu `mejor amiga'... antes de agregar:
`Incluso te hace cintura'. `Qué bien te ves, para tu edad'. Este
tipo de comentario también se conoce como `el dulce envenenado',
porque, detrás del elogio, siempre hay una crítica implícita.

El vampiro solapado también suele recurrir al humor como una forma de
atacarte sin dar la cara ni sufrir las consecuencias. La regla que
funciona aquí es la siguiente: si él o ella bromean con que tienes
sobrepeso o no encuentras pareja... no debes ofenderte, porque se trata
de una broma.

Cuando Susana, un ama de casa de 32 años,
le pidió a su suegro que no le hiciera más chistes sobre su peso, él no
solo le hizo sentir que ella era una acomplejada sin el mínimo sentido
del humor, `sino que acabó dándome cátedra sobre la importancia de
quererme tal como soy. O sea, que el problema acabé siendo yo', contó,
indignada.

El lenguaje corporal también es una estrategia
muy común de los vampiros emocionales. Te dicen `Respeto tu
decisión'... con una sonrisa cínica en la cara; juran que te
aprecian... con los brazos cruzados; te piden que les creas... y
desvían la mirada (a veces el gesto es tan sutil, lo que los sicólogos
llaman una microexpresión, que no lo captas a nivel consciente; pero
sientes que algo simplemente no `cuadra'). Ellos te dicen una cosa,
pero tú percibes todo lo contrario. Esta discordancia crea una
confusión interior que, a la larga, te drena.

Vale aclarar que, muchas veces, el vampiro emocional no opera a nivel
consciente; no sabe el efecto que tiene en los demás. Simplemente, es su
forma de ser. Como también ocurre con el segundo ejemplar.

Vampiro a la vista.
Es más fácil de detectar, pero no
menos difícil de sobrellevar. Estos son algunos de los ejemplares más
comunes, de acuerdo con las teorías de las expertas en relaciones
interpersonales Cheryl Richardson, autora de Take Time for Your Life
(Toma tiempo para tu vida) y la doctora Lillian Glass, autora de Toxic
People (Gente tóxica).


Los negativos.
Ven el mundo a través de lentes oscuros.
Y a ti te toca la ardua tarea de elevarles el
ánimo, lo cual es como subir una piedra montaña arriba. `Tengo que
buscar trabajo', dice ella. `Ahora hay muchas oportunidades en tu
campo', le dices tú. `Sí, pero a mi edad...', apunta ella. `La
experiencia vale de mucho', señalas. `Ay, pero las empresas prefieren
personas jóvenes...'. Llega el momento en que tú, que tratabas de
animarla, acabas más deprimida que ella, y temiendo por tu futuro
laboral.

Los quejosos.
Se pasan la vida lamentándose de lo mismo —y `lo mismo' puede ser la pareja, el empleo,
los hijos, la economía—, pero nada hacen para cambiar la situación. En
realidad, esta persona solo quiere quejarse, pues esto le produce un
alivio momentáneo. ¿Tú? Después de una sesión maratónica de quejas, en
la que al final nada se resuelve, acabas drenada.

Los criticones.
Ponen objeción a todo lo que dices y haces; para ellos, tú nunca das la
talla. Por supuesto, insisten en que las críticas son `por tu bien'.
Pero la realidad es que te dejan por el piso.


Por regla general, estas personas le encuentran un defecto a todo: la película,
la cena, el servicio en el restaurante... ¡Son irritantes y
¡agotadoras!

Los belicosos.
Cualquier incidente,
por mínimo que sea, provoca en ellos una reacción agresiva. Sientes que
debes vigilar lo que dices o haces, para no encender la pólvora,
porque cuando estallan, ¡arde Troya! Esto apaga tu espíritu.

Los débiles e indefensos.
Constantemente necesitan que hables por ellos, los defiendas, los apoyes, los
protejas. porque ellos, pobrecitos, no saben valerse por sí mismos.
Pero, sin duda, llevar todo ese peso sobre tus espaldas te quita hasta
la última gota de energía. ¿Ellos? Tranquilos y felices, porque no
tienen que hacerse responsables por sí mismos.


En este grupo hay que incluir a los `poca cosa' que practican la agresión
pasiva; esos que, después de un desacuerdo, te juran que no te guardan
rencor... pero luego se olvidan, por ejemplo, de pasar por ti a la hora
acordada. Es su forma indirecta de castigarte.

Los sarcásticos.
Sus comentarios —crueles, burlones, en fin: sarcásticos— pueden resultar
chistosos, pero cuando ese humor negro siempre va dirigido a ti, acaba
por minar tu espíritu. Después de una sesión de ironías y comentarios
ácidos, te sientes dolida e insultada.. Su humor hiriente es tóxico para
el alma, porque siempre golpea donde más duele.


Los catastróficos.
Siempre están hablando de huracanes, enfermedades,
muertes, desgracias y colapsos económicos. Para ellos, la vida es un
peligro inminente, y si algo va a ocurrir, seguramente será muy malo.
Cinco minutos con ellos acaban con tus nervios.

Un peligro real
Daniel Goleman, autor del best seller internacional La inteligencia
emocional, nos asegura que el efecto que nos causan estas personas va
más allá de una molestia momentánea. De acuerdo con su último libro,
Social Intelligence (Inteligencia social), nuestros intercambios
diarios con la pareja, los hijos, el jefe y aun con extraños, moldean
la estructura física de nuestro cerebro a nivel celular; esto, a su
vez, afecta todas las células del cuerpo, efectuando cambios incluso a
nivel genético.

En otras palabras: nuestra reacción ante los
demás tiene un impacto biológico en nuestro organismo, ya que durante
un contacto social segregamos hormonas que afectan desde nuestro
corazón hasta nuestro sistema inmunológico. Según Goleman, las buenas
relaciones son como una vitamina; las malas, como un veneno. Y no solo
eso: las emociones ajenas son contagiosas, lo mismo que un catarro.

¿Entiendes ahora por qué es tan importante neutralizar a los vampiros emocionales?


LOS PASOS CLAVES

1-Reconocerlos.

Determina en qué categoría cae esa persona que te deja
drenada anímicamente. De esta manera nunca te toma desprevenida, pues ya
sabes cómo opera.

2-Mantener el balance interior.
Para evitar el contagio, muchas veces entender por qué esa persona tiene ese
efecto sobre ti, te ayuda a protegerte de su influencia negativa.
Cuando sabes que es ella, y no tú, la que tiene un problema (porque es
negativa, belicosa, catastrófica, etc.), puedes mantener una distancia
emocional que te permite observar su comportamiento `desde afuera', sin
que te afecte.



3-Alejarte.
Si esta persona no es esencial en tu vida, puedes diluir la relación. Muchas veces la
costumbre nos `ata' a amistades tóxicas.


4- Sanar la relación.
Si la relación es importante para ti, se aconseja que le dejes saber a esa persona de qué manera te está
afectando. No se trata de enfrentarla, herirla ni atacarla. En el
momento oportuno, cuando ambas estén en buenos términos, debes llamarla
aparte y dejarle saber que, justamente porque la quieres y valoras la
relación, tienes algo que decirle. `Cuando haces/dices tal cosa, yo me
siento tensa/triste/ansiosa/ofendida. Te pido que no lo hagas más'.
Esto puede iniciar un diálogo muy sano para las dos.
                                             
                                          "Fibromialgia: Emociones No Expresadas".

¿Qué es la Fibromialgia?

Se refiere a un trastorno musculoesquelético que se caracteriza principalmente por una fatiga extrema, rigidez variable de los músculos, tendones y tejido blando que los rodea, acompañado de un dolor persistente de los mismos. Al margen de estas características físicas encontramos otras de índole psicológico, como dificultades en ...
el sueño, rigidez por la mañana, cefaleas, problemas con el pensamiento y la memoria (lagunas mentales), ansiedad, que imposibilitan mucho la cotidianidad de la persona que la padece.

¿Qué implicación tienen las emociones en la Fibromialgia?

Los malestares emocionales junto con su represión provocan un estrés elevado en el individuo, dicho estrés cuando no es controlado se hace crónico y es aquí cuando empiezan a emerger toda una serie de enfermedades, entre ellas la Fibromialgia.

Las personas que tienden al perfeccionismo, a la necesidad de ser valorados y amados por aquellos que le rodean, en definitiva, aquellos que buscan la aprobación en todo lo que hacen, tienden a dejar de hacer lo que les gusta por miedo a no ser entendidos, reprimen sus impulsos, sus pensamientos y sus emociones. Esto hace que su cuerpo viva en una constante tensión que traducida al lenguaje corporal se convierte en dolores de estómago, de cabeza, etc. Partiendo de esta premisa podríamos catalogar a la Fibromialgia como la enfermedad de las emociones no expresadas, cuyo principal síntoma es el dolor.

Suele darse en personas con grandes expectativas, perfeccionistas, responsables, pero a su vez obstinadas, rígidas en el trato, que no suelen dar su brazo a torcer. Evidentemente no todo el mundo es igual, siempre hay particularidades a tener en cuenta.

Dos grandes características de la personalidad que se asocian a pacientes con Fibromialgia son la ira y el orgullo reprimido, estas emociones negativas van muy de la mano del dolor al que se ven expuestas ¿quién no se enfada cuando se siente mal?. Suelen tener poca tolerancia a la crítica y no se ven como los describen. Cada desengaño o desilusión que sufren acaba representando una herida abierta que va apoderándose de su cuerpo. Tienden a tomarse cualquier cosa como un ataque a su persona y sobre todo hablan de incomprensión con respecto a su situación.

Dada las características emocionales y de personalidad que sustentan, cuando se enteran de que padecen un trastorno crónico tienen tendencia a caer en depresión. De repente se les desmorona el mundo que habían creado para ellos y todo lo ven negro.

Todas las enfermedades expresan algo, emocionalmente hablando, y para poder superarlas hay que partir de la aceptación. Debemos asumir que padecemos esta enfermedad para así poder integrar ese pensamiento en nuestro día a día y aprender a combatirla con la mejor de las voluntades. Una vez más la actitud que adoptemos ante los problemas que la vida nos plantea es determinante. En el momento que asumimos que el trastorno forma parte de nosotros, podemos replantearnos la vida y ser capaces de cambiar.

¿Cómo empezar a combatir la Fibromialgia?

Lo primero que debe hacer la persona es cambiar de estilo de vida, es básico bajar los niveles de estrés a los que ha estado sometido todo este tiempo y dejar aparcada la auto exigencia. Después debe aprender a establecer límites a su malestar emocional, o lo que es lo mismo, decir no sin sentirse culpable. Debe aprender a perdonar a las personas que considera le han agredido y sobre todo perdonarse a si mismo por exigirse tanto. Hay que tener algo muy claro, la felicidad no es algo que se encuentra por la calle, ésta está en el interior de cada uno de nosotros, y es algo que olvidamos con frecuencia.

Lo primordial es que se deje de ver como víctima y asuma la responsabilidad de sus acciones, pensamientos y emociones. El ser consciente de que soy responsable de lo que me pasa es el primer paso para la curación, porque si yo me lo he creado yo me lo puedo quitar si le pongo la actitud y perseverancia correctas.

Hay que trabajar la empatía como forma de mejorar las relaciones personales. Uno tiene que tener la capacidad de ponerse en la piel del otro y asumir que éste no tiene por qué pensar ni ver las cosas como lo hacemos nosotros. En el momento que se desarrolla esta capacidad las tensiones se ven muy reducidas. De la misma manera que trabajando la asertividad, es decir comunicarse diciendo siempre lo que uno piensa y siente sin entrar a herir a nuestro interlocutor, se llega a dialogar de forma que lo que en un principio pudo haber sido una defensa ante un supuesto ataque, se convierta en un diálogo sin presencia de tensiones emocionales que deriven en malestares físicos o psicológicos.

En definitiva la actitud es tomarse la enfermedad como una oportunidad para cambiar y crecer como persona, y no como una adversidad de la que no podemos salir.

LA CULPA

Cuando solo tienes una conciencia vaga de tu negatividad, percibiendo apenas el daño que les causas a los demás, te encuentras atrapado dentro de una batalla entre la culpa y la autojustificación. No puedes evitar enganchar a los demás – junto a sus conflictos internos- para ligarlos a tu negatividad. Al negar tu negatividad, provocas una doble culpa.


 Primero la culpa por tu actitud negativa en sí misma, lo que llamamos culpa primaria. Al negar tu propia negatividad, te involucras en lo que llamamos la culpa secundaria.
Si admitieras la culpa primaria aceptando sus consecuencias con honestidad, dejaría de ser una culpa.
 
Pero la culpa secundaria pesa muchísimo sobre el alma de todo el Mundo.
Si te das cuenta, de que no deseas amar y no te engañas al respecto, tu eres responsable.
 
Si te percatas de que pagas un precio muy alto por tus deseos inconscientes que te llevan a rechazar el amor en tu vida, pero aceptas las cosas tal como son, al menos no enganchas a los demás dentro de tu culpa por no amar.

 La negativa a amar, cuando no es admitida suele manifestarse con esta actitud: “No quiero darte nada –sin importar quien seas- pero te exijo que me des todo. Y si no lo haces te castigaré”. Esta actitud típica mientras menos se exprese y más oculta esté, su efecto será más insidioso en la persona implicada y en los otros.

 Una vez que hayas cobrado conciencia de esta actitud dentro de ti, pudiendo admitirla ante tus amigos, o tu pareja, te habrás liberado de la culpa secundaria. Mientras más logres exponer los detalles de la disparidad entre tus exigencias, tu resistencia a dar y el castigo que infliges a los otros cuando no te satisfacen, más te limpiarás de la culpa.

 Conforme crezca la claridad con la que puedes ver la injusticia de lo que pides en comparación con lo que das, la enorme diferencia que existe entre la manera en que quieres que te traten y como tratas a los otros, así como la forma en que decides castigar, más y más rápidamente te irás liberando de una carga que te causa depresión, ansiedad, angustia, preocupación, desamparo y muchas veces enfermedades físicas y frustraciones materiales.

 Tu negatividad dice: “voy a negar la verdad y culparé a los demás por no darme todo y por no dejarme salirme con la mía en este asunto de mis exigencias unilaterales. Y si alguien se atreve a reaccionar ante esto lo castigaré odiándolo y culpándolo aun más.”

La mejor manera de determinar si esta actitud existe dentro de ti, es el estado de tu mente y tus emociones. Si no sientes angustia o ansiedad y estás a gusto con los demás, si tu vida se expande de una manera alegre y consideras que las dificultades ocasionales son puntos de apoyo importante para avanzar, entonces seguro que habrás superado con mucho esta actitud venenosa.

 Al admitir sus malas intenciones, amigos míos, realizan el más fundamental de los actos de amor. Pueden dar cosas, dinero, buenas acciones, incluso ternura y cuidados, pero no son más que regalos huecos si no liberan al otro mediante la admisión honesta de su negatividad.

 La culpa que provocan tus demandas injustas, tu rencor, la retención de tu amor, y la culpa añadida de castigar a los otros por tu infelicidad seguramente erosionan tu fuerza y tu expresión.
Puedes intentar mil maneras de darte confianza, pero nada funcionará o menos que enfrentes la culpa secundaria y la abandones al admitirla. Entonces puedes incluso, si eso es lo que decides, quedarte con la culpa primaria de no querer amar, al menos ya habrás asumido tu responsabilidad.

Eva Reich "Del miedo al Amor

LA PRACTICA DE NO JUZGAR

 
Cuando practicas el no juzgar, te niegas a seguir automáticamente la opinión de los demás en cualquier situación. Al hacer esto, comienzas a tener un sentido de la ética que trasciende las tradiciones de nuestro tiempo. Esto es importante hoy en día, cuando las imágenes de los medios de comunicación se han convertido en algo más convincente que la realidad, y nuestros valores –libertad, amor, etcétera- son reducidos a eslóganes y palabras vacías.
Cuando te niegas a colaborar con la visión consensual, adquieres una perspectiva diferente. Descubres lo que la libertad significa para ti a nivel personal, y que no es lo que cuentan los políticos en sus bien ensayados discursos. Comprendes que la libertad es mucho más que poder elegir entre varios modelos de coches o entre opciones de un menú.

Nuestros juicios son suposiciones que están basadas en lo que hemos aprendido y en lo que nos han contado. Por ejemplo la mayoría de nosotros cree que el cáncer es una enfermedad mortal, de modo que si el doctor nos dice que la padecemos, nos quedamos aterrorizados. Sin embargo, si practicamos el no juzgar, rechazamos la creencia automática de que esto significa que vamos a tener que luchar por nuestra vida. Podemos estar de acuerdo en seguir el tratamiento que nuestro médico recomienda, pero no aceptamos el hecho de que tenemos unas probabilidades de recuperación del 1 al 99%. No calificamos nuestras posibilidades de supervivencia, sean éstas buenas o malas, ni tampoco les consignamos ningún número, porque eso sería entregar nuestro destino a las estadísticas. En lugar de eso, lidiamos con el problema que tenemos entre manos, no sólo desde el nivel literal de nuestro cuerpo, sino desde el nivel de percepción más elevado que podamos. Nos permitimos aceptar lo desconocido, junto con sus infinitas posibilidades.

Hace algunos años, por ejemplo, a un amigo mío se le diagnosticó cáncer de próstata. Afortunadamente, en esa época el vivía con un curandero, quien le dijo: «No tienes cáncer; tus radiografías sólo muestran algunas manchas que con el tiempo se curarán». Al cabo de un mes, esas manchas pudieron ser sanadas.

Si mi amigo hubiese calificado esas manchas como «cancerosas» y tejido una historia en torno a ellas, se habría convertido en un «paciente de cáncer». Si hubiese aceptado esta historia literal sobre su enfermedad, estaría condenado a convertirse en una estadística –en su caso, a formar parte del 40% de los pacientes que se cura o del 60% que no lo hace. Sus posibilidades se habrían reducido para convertirse en probabilidades, porque, al saber que llevaba las de perder, no habría sido capaz de imaginarse dentro del 40% de los que se curan. Por eso les enseño a mis alumnos a trabajar con sus clientes antes de que éstos reciban los resultados de las biopsia, antes de que las manchas que aparecen en las radiografías reciban un nombre y que la historia del «cáncer mortal» quede grabada en su mente y se convierta en una profecía que se cumple a sí misma.

Recientemente, una mujer llamada Alyce llamó para pedir consulta con Marcela, que forma parte de nuestro personal. Alyce se había hecho una mamografía y se le había encontrado un bulto en un pecho. Marcela le preguntó si quería que comenzara a trabajar con ella antes de la biopsia, para intentar influenciar los resultados, o si prefería esperar hasta después. Alyce eligió la primera opción. A la semana siguiente, recibió una llamada de su médico. Este le dijo que habían cometido un error, ¡habían confundido su mamografía con la de otra persona, y la suya era perfectamente normal! De modo que nuestras historias no sólo influyen en nuestra forma de ver la vida, sino también en el «mundo real» -en este caso, ¡curando una situación que ya había sucedido!

Siempre podemos crear una historia mítica en torno a nuestro viaje, una historia que nos ayude a crecer, a aprender y a curarnos. A fin de cuentas, es posible que no podamos alterar las manchas en una radiografía, pero sí curar nuestra alma y comenzar a educarnos por fin en las lecciones que hemos venido a aprender en este mundo. Nuestra lección puede ser ir más despacio y apreciar a las personas que nos rodean, dejar de aferrarnos a una existencia que hemos vivido como sonámbulos porque creímos que debíamos vivir nuestras vidas de una cierta forma; o, desde la perspectiva del colibrí, estas manchas pueden ser una llamada de advertencia para que hagamos los cambios que hemos estado evitando.

Hemos creado grandes historias en torno al cáncer, el sida y otras enfermedades, pero no en torno a otras dolencias. Si el médico nos dice que no tenemos un parásito, por ejemplo, la mayoría de nosotros no se pone a pensar en los millones de personas alrededor del mundo que mueren a causa de infecciones producidas por parásitos ni comienza a angustiarse con la idea de que va a morir. No hemos construido ninguna historia alrededor de esta enfermedad, aunque a menudo resulta ser fatal. Esto es en parte porque existe poco interés comercial o monetario en perpetuar estas historias.

El tratamiento de las infecciones producidas por parásitos, aunque afectan a alrededor de dos mil millones de personas en todo el planeta, no es un gran negocio para las grandes compañías farmacéuticas, a diferencia del cáncer, el colesterol y las enfermedades cardíacas. Las historias de miedo ayudan a vender medicamentos.

Cuando no juzgas la enfermedad ni te dejas dominar por el miedo de que vas a morir, es más fácil que puedas percibirla desde un nivel más elevado y escribir una historia mítica. De modo que si tienes un parásito, podrás reconocerlo como la manifestación literal de la ira tóxica de otras personas que tú has interiorizado. Alternativamente, podrías descubrir que te has desviado de tu camino y que estás viviendo una vida que es venenosa para ti.
Cuando practicamos el no juzgar, ya no padecemos enfermedades –tenemos oportunidades para la curación y el crecimiento-. Ya no sufrimos traumas pasados –tenemos acontecimientos que han moldeado nuestra personalidad-. No rechazamos los hechos –nos oponemos a la interpretación negativa de estos hechos y a la historia traumática que nos sentimos tentados a tejer en torno a ellos. Entonces creamos una historia de fuerza y compasión basada en estos hechos.

La revelación 1 se llama el camino del héroe porque los chamanes y curanderos más eficaces reconocen que ellos también han sido profundamente heridos en el pasado, y que a raíz de su curación han desarrollado una fuerte compasión por los que sufren. Con el tiempo, sus heridas se convirtieron en dones que les permitieron sentir más profundamente las cosas y mostrar más compasión por los demás. En otras palabras, ¿quién mejor para ayudar a un alcohólico que alguien que esta en recuperación, que reconoce las mentiras que el alcohólico se dice a sí mismo y que conoce el coraje que hace falta para superar esta adicción?¿Quién mejor para auxiliar a un hosco y colérico adolescente que un adulto cuya adolescencia estuvo marcada por la rebeldía, el resentimiento y la inseguridad, pero que conseguido curarse a sí mismo? Cuando alguien ya ha pasado por esas experiencias, es más fácil desprenderse de los juicios y calificaciones, y centrarse en la curación.

Tomado del Libro Las Cuatro Revelaciones del Dr. Alberto Villoldo, esta práctica forma parte de la primera revelación.


Cuando me Ame de Verdad

Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces, pude relajarme.
Hoy sé que eso tiene nombre  "Autoestima".

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades.
Hoy sé que eso es  "Autenticidad".

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento.
Hoy sé que eso se llama "Madurez"
.
Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada.
Hoy sé que el nombre de eso es "Respeto".

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud.
Hoy sé que se llama " Amor hacia Uno Mismo".

Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo.
Hoy sé, que eso es "Simplicidad".

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces.
Así descubrí la  "Humildad".

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez.
Y eso se llama  "Plenitud"
.
Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada.
Y esto es  "Saber Vivir",

No debemos tener miedo de cuestionarnos. Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.

Charles Chaplin
"Estamos preguntando si la mente puede estar absolutamente quieta. porque lo que está quieto tiene gran energía. Es la suma de toda la energía. La mente, que está parloteando, siempre en movimiento, que es el pensamiento continuamente mirando hacia atrás, recordando, acumulando conocimiento, cambiando constantemente, ¿puede estar completamente quieta? ¿Ha intentado alguan vez descubrir si el pensamiento puede estarse quieto? ¿De qué forma va a averiguar cómo producir esta quietud del pensamiento?. Mire, el pensamiento es tiempo y el tiempo es movimiento, medida. En la vida diaria usted mide, compara, tanto en lo físico como en lo psicológico. Eso es medida; la comparación significa medida. ¿Puede usted vivir sin compración en la vida diaria? ¿Puede dejar de comparar por completo , no en la meditación sino en la vida de cada día? Usted compara cuando escoge entre dos tejidos, esta tela o esa, cuando compara dos automóviles o partes del conocimiento, pero en el plano psicológico, interior, nos comparamos con otros. Cuando esa comparación cesa, como debe ser, entonces ¿podemos valernos completamente por nosotros mismos? Eso es lo que está implícito cuando no hay ninguna comparación, lo cual no significa que usted vegete. De modo que, ¿puede usted vivir su vida diaria sin comparación? Hágalo una vez y descubrirá lo que eso implica. Entonces usted se desprende de una enorme carga; y cuando descarga un peso innecesario, tiene energía."

- Krishnamurti -

DEL MIEDO AL AMOR.


Cuando el amor no está presente en su vida, usted ha sucumbido ante el ego y permitido que el miedo entre donde el amor reside. Ha permitido que el ego reemplace a Dios.
El amor, como dijo Dostoyevski, es lo más importante de la vida. Constituye la esencia del universo. Es el vínculo que mantiene juntas todas las cosas. Es la sustancia de tu yo superior. «Dios es amor» es una tautología, la frase tiene exactamente el mismo significado cuando se la lee hacia delante o hacia atrás.
El ego intenta mantenerle desconectado de su amorosa esencia divina, porque el interés del ego se ha concentrado en el mundo exterior. El ego tiene miedo de morir si usted comienza a desarrollar una relación con la parte interna de sí mismo. Ser capaz de amar a su ego, basado en el miedo, incluso mientras fomenta el miedo —como técnica de supervivencia—, podría constituir uno de los más difíciles retos de su búsqueda espiritual.
Provocar miedo es una táctica del ego, ya sea de su propio ego como del ego del mundo. El ego del mundo es un reflejo del poder del ego individual y de la cantidad de miedo existente. El miedo está presente cuando no sabemos que formamos parte del designio divino de Dios.
El ego hace que transmitamos la energía del miedo en lugar de la energía del amor. Y esta energía del amor está presente en todos nosotros durante nuestra breve estancia en el aquí y ahora.
Aprender a gozar de amor auténtico significa abandonar la insis-tencia del ego de que tiene mucho que temer y de que nos encontramos en un mundo hostil.
La madre Teresa de Calcuta dice que el amor es el tema central de nuestra existencia. Ella escribió: «Con este propósito hemos sido creados: para amar y ser amados». Estas útiles palabras le recuerdan que comience a dominar su ego, pues usted está aquí con el propósito de amar y ser amado.
Si no está viviendo en amor, ello se debe a que tiene miedo. Necesita examinar con honradez sus miedos, y con amor. Cuando lo haga, transformará sus miedos, mediante el amor, en amor. Abrirá dentro de usted un espacio que sólo puede ser ocupado por el amor. En este espacio tiene un propósito, recorrer el camino del yo espiritual. Pero primero tiene que ver cómo sustituir el miedo por amor.
Su ego fomenta de manera constante el miedo porque teme al auténtico amor. Este falso yo ayuda a convencerle de que, de alguna forma, usted está incompleto. Ésa es la fuente de todos los miedos. Así que usted, como mucha gente, intenta llenar ese vacío con las soluciones del ego.
Temeroso de que su vacío, su ser incompleto, quede al descubierto, dedica una gran cantidad de tiempo a crear una falsa imagen de felicidad. Pero si se detuviera y llevara a cabo una valoración realista, podría percibir que el sentimiento de ser incompleto es la llamada que le hace una parte de usted mismo que ha repudiado.
¿Qué puede no gustarle de la inteligencia universal que fluye a través de usted? Darle la bienvenida al ser espiritual que usted es, tener una experiencia humana y sentir el amor que hay en ella... ¿qué puede no gustarle de eso?
El miedo a dejar al descubierto su vacío hace que busque de forma constante relaciones que el ego le dice que satisfarán el anhelo que hay en su interior. Lo que sucede es que cuando se entra en una relación se está hambriento del amor que supone el yo superior. Su anhelo se encuentra enmascarado, finge ser otra cosa. No es de extrañar que tanta gente piense repetidamente que ha encontrado el amor, y repetidamente declare haberlo perdido.
Qué diferente es cuando se puede detectar el vacío interior y pensar: «¿Qué puede no gustarme? Este anhelo forma parte del ser humano y del conocimiento del amor». Entonces le hará saber al ego que el miedo no es lo que prefiere. Imagínese cómo podría ser nuestro mundo si la gente supiera que ya está completo.
¿Qué necesitaría comprar? ¿Qué tendría que poseer? ¿A quién debería impresionar? ¿A quién necesitaría llevar del brazo? Las respuestas le darán una idea de cuan a merced estamos del miedo de que somosincompletos, inaceptables, y lo inconscientes que somos de nuestra conexión divina.
El miedo que sustituye al amor no es nada más que un miedo a que nos rechacen. A la práctica totalidad de los miedos puede seguírseles la pista hasta la propia estima. Si se ama a sí mismo, será capaz de transformar sus miedos mediante el amor, y no permitirá que dirijan su vida.
Si tiene una sensación interna de estar completo, de conocer la esencia divina, el miedo se convierte en una amorosa invitación a saber más o a cambiar algo en su vida. El miedo ya no le amenazará como hacía cuando no conocía su yo superior.
Cuando se conoce íntimamente el yo superior, uno tiene a su disposición una profunda sensación de amor, y el miedo, tal y como se conocía, se convierte en un imposible. Con esto en mente, la respuesta a la pregunta retórica «así pues, ¿qué debe no gustarme?», Es que no hay en absoluto nada que no deba gustarle. No hay nada que temer cuando uno sabe que es una criatura divina y está completo, y que no tiene que hacer nada para demostrarlo.
No tiene por qué ingresar en un monasterio y vivir en silencio para llegar a esta respuesta. Sólo tiene que hacer el voto de reemplazar el miedo por amor. Cuando sea capaz de hacer esto, estará escuchando a su yo espiritual.
Extractos de Tus Zonas Sagradas.
Wayne W. Dyer
"Cuenta el Arcángel Uriel, uno de los arcángeles más cercanos al trono de Dios, que hace muchos, muchos años, llegó al planeta Tierra un bello Ser proveniente de una galaxia muy lejana y evolucionada, quien se instaló en lo que conocemos hoy día como la península Escandinava, en la zona norte del planeta; era alto, delgado, de aspecto adolescente; su piel emanaba luz de tonalidad roja-dorada, su cabello larguísimo era castaño con destellos rojizos y sus ojos inmensos, rasgados, color ámbar como miel acabada de libar. Manifestaba un manejo absoluto del conocimiento de cómo traer al plano físico todo lo que deseamos en nuestro corazón (Poder de Precipitación) e impartía sus enseñanzas universales a través de fábulas, cuentos y anécdotas graciosas que hacían las delicias de todos los habitantes de las ciudades que con asiduidad y generosidad visitaba cada año.
Con su pericia en el manejo de la Sustancia Universal y su gran Amor a toda la humanidad, el Amado Maestro Natividad repartía regalos de gran valor, que eran energía pura y condensada provenientes del propio Creador, los cuales eran usados con gran sabiduría por los seres humanos que en esa época sólo conocían el Bien, el Amor, la Generosidad, la Sencillez, la Solidaridad y la Armonía en sus relaciones diarias como hermanos hijos de un solo Dios.
Con el transcurso de los años su generosa labor, amor y servicio se convirtieron en una leyenda extensiva a todo el planeta, tanto que hoy lo conocemos como un SER, todo Amor, todo Unidad, todo Compasión, siempre dispuesto a estar en cada hogar que le invoque desde el espacio del perdón, el amor, la misericordia, la hermandad, la compasión y la pureza."

Existen otras teorías referentes a este ser, de ellas la más conocida es:

♥ "Al Espíritu de Navidad se le puede considerar como un Egrégor que se formó en el instante del nacimiento de Jesús. Es una creación de la mente humana. 

♥ La escritora y metafísica Conny Méndez, en su libro "Un Tesoro Más Para Ti", dice textualmente: "El Espíritu de Navidad, esa actitud dadivosa que se despierta en los días de Pascua, es un Espíritu femenino que tiene más de dos mil años. Se formó con el Egrégor que surgió con el nacimiento del NIÑO JESÚS. Su nombre es María, aunque no es la Madre Virgen. Se le puede invocar para que nos invada de deseos de regalar, de alegría y de devoción". Como podemos apreciar es un Egrégor formado en esa época. Los Egrégores son creaciones humanas que están en el plano astral o en el emocional. Son seres artificiales que dependen del pensamiento o sentimiento d su creador para mantenerse con vida. Hay Egrégores personales, grupales, colectivos, nacionales y mundiales, como el Espíritu de Navidad. Se mantiene con el calor y el amor que le brinda la humanidad, con sus pensamientos y deseos."



♥El Espiritu de la navidad se hará realmente presente si tenemos disposición al cambio hacia lo superior en nosotros, pues es a través de nosotros mismos que el se manifiesta, visto así, el Espíritu de Navidad son ustedes, soy yo, somos todos los que llevemos a la práctica todos nuestros pensamientos y sentimientos positivos.


Tomar contacto con esta Maravillosa Irradiacion de Energia, propicia el Despertar de la Conciencia, el Salto Cuantico, hacia la Nueva Tierra… en armonia, con Amor y en Unidad…



PREPAPARANDONOS PARA RECIBIR AL ESPÍRITU DE LA NAVIDAD
LIMPIEZA ENERGETICA DEL HOGAR



Comencemos por nuestro hogar...

En nuestra casa las estructuras atómicas de techos, paredes, pisos, muebles y enseres reciben, día a día, una vibración que instantáneamente es almacenada, alegrías y tristezas, paz y violencia, amor y resentimientos, optimismo y pesimismo, claridad y confusión, prosperidad y escasez, todo queda almacenado en el cuerpo de energía del hogar y de acuerdo a la tónica mental de quienes la habitan, la casa tendrá un aura liviana, clara, acogedora y alegre o será todo lo contrario.

Hay otro elemento a tomar en cuenta y es el desorden, cuando tenemos objetos en nuestro hogar en un caos, bien dentro de un armario, maletero o cajón, es un lastre que impide la circulación de las energías positivas.

Cuando arreglamos poco a poco algo desordenado hay un efecto directo en nuestra psique pues los objetos están llenos de connotaciones y significados, además, al enfrentar el desorden en la casa liberamos energía para vivir el presente y al despejar la casa, despejamos la vida y el alma creando un espacio y energía disponible para el aquí y ahora.

También estaremos atentos a los objetos de nuestra casa, los cuales pueden aumentar o disminuir los niveles de energía. Elevarán nuestra energía debido a las asociaciones positivas que despiertan en nosotros, por ejemplo, una concha de mar traída de unas vacaciones alegres en la playa.
Otros objetos expansionan nuestra energía porque complacen a los sentidos, por ejemplo, un jarrón bonito para colocar flores.

Algunos objetos tienen una energía maravillosa debido al significado que les otorgamos, por ejemplo, el dedal que nuestra madre utilizó para coser o remendar nuestra ropa puede significar subconscientemente el amor que ella nos profesa.

Por otra parte, puede haber objetos que nos desagraden y experimentemos una energía negativa, es más, hay objetos que nos afectan a nivel subconsciente y que nos estén vaciando de energía sin que lo sepamos.



LIMPIEZA ENERGÉTICA DEL HOGAR


Para realizarla necesitaremos:

-Un velón, si es de color azul mejor, pues se trabajará conjuntamente con el arcángel Miguel.
-Discos compactos de música clásica (por ejemplo, música barroca de Andel, Vivaldi o Bach) o instrumental que sea relajante, como la música ambiental que combina sonidos de la naturaleza con suaves tonadas.
-Incienso con olor de jazmín, vainilla, rosa o sándalo.

PROCEDIMIENTO:

POR SUPUESTO, SI ERES REIKISTA PURIFICA Y ARMONIZA TU CASA AL FINALIAR ESTA LIMPIEZA CON ENERGIA REIKI.

-Para comenzar, invocamos a Miguel para pedirle su protección y ayuda para liberar la casa de toda carga energética negativa.
-Escogemos una habitación por vez y primero desempolvamos cuadros, lámparas, ventanas y objetos de adorno hasta que todo quede reluciente.
-Luego con una mopa bien empapada la pasamos en todas direcciones, el agua tiene un extraordinario poder magnético, así, extraemos y eliminamos todo tipo de energías. Después secamos el piso.
-Cuando esté seco, ponemos el velón lo más cercano al centro de la habitación como representación del fuego sagrado, a fin de que esa área quede depurada y sea consagrada al servicio de la luz divina, de su amor, de su alegría y plenitud.
-Con la habitación depurada, iniciamos la alimentación del sitio con vibraciones positivas. Esto se hará dejando sonar música de estructura armónica, instrumental y relajante por lo menos 1 hora en cada habitación.
-Mientras la música suena, podemos quemar un incienso de aroma suave.
-Por último, nos paramos lo más cercano al centro de la habitación y damos gracias a Miguel por habernos ayudado a despejar lo negativo. Cerramos los ojos y visualizamos que todo el ambiente está lleno con una luz blanquísima, que todo lo penetra.
Para incrementar la energía se pueden colocar pequeños tiestos con plantas o bien flores frescas en floreros en cada habitación. También se puede colocar un bol con agua fresca en cada cuarto para recoger cualquier energía negativa, esa agua se recambia cada cierto tiempo.
Este tipo de limpieza se hace cada 6 meses, aunque si se nota un ambiente pesado, o se dan situaciones negativas como discusiones, peleas, enfermedades, etc., debemos hacerla con más frecuencia.

Con la casa limpia y enfocada hacia lo positivo aremos cuenta de que que en un sitio bonito suceden cosas bonitas.
Liberación de los miedos!
¡Retírate, Satanás!
Tomo una antorcha de Luz Divina y entro con coraje dentro de las cavernas de mi mente, donde se esconden los pequeños monstruos de los miedos.
Enfrento, con coraje y en nombre de Dios, los demonios de los miedos y los expulso porque ellos son mi tortura en la vida. No existen en la realidad, pero existen en la mente y quieren dominarme.

Los miedos son unas mentiras que quiere pasar por verdad, son fantasmas ilusorios que quieren hacerse reales. Pero no me engañan más.

En este estado de iluminación interior en que me encuentro, los veo claramente a través de la antorcha divina y me doy cuenta de que no son más que sombras atemorizadoras en mi mente. Sombras nada más.

Solamente sombras, así como los demonios no son más que sombras del mal. Donde hay Luz, no existe la sombra. Donde hay Dios, hay Luz, solamente Luz.

Que atrasado era cuando me dejaba conducir por las sombras de esos monstruos imaginarios. La sombra no tiene vida, no hace mal, no actúa, no tiene poder. Solamente asusta.

Ahora la Luz brilló en mi mente y las sombras se disiparon. Los miedos se fueron.
"Nadie se valdrá de ti para hacerte mal." Esta es la verdad de la Biblia que acato como mi Ley Suprema. Porque Dios está en mí y yo y Dios somos el Poder Infinito, somos la Roca Indestructible, contra la cual no podrá nada ni nadie.

De día y de noche soy protegido por Dios. En casa y fuera de casa soy protegido divinamente.
Hoy, mañana y siempre, soy protegido divinamente. Es simplemente imposible que algo pueda perjudicarme. ¡Ah, qué desahogado y libre me siento!

Parezco alguien que fue sacado de un atolladero. Estoy leve y liberado.
¡Qué maravilla! ¡Qué día bendito éste! ¡Infinitamente bendito! Me libre de una carga pesada, que tanto me perturbaba. ¡Soy feliz, muy feliz!.

Mi mente está toda iluminada por la Luz Divina y sigo en paz, por cualquier camino, en cualquier momento, en cualquier circunstancia, con el coraje y la esperanza del hijo de Dios invencible. Invencible.



EL BÁLSAMO DEL AMOR

¡Nadie está obligado a amarte!, ¡ni siquiera tus padres lo han estado!, naciste y eso es lo que cuenta, muchas personas incluyéndome he pensado que debemos de estar atados a ciertas personas que nos han dado amor en algún momento, pero ellos(as) tienen derecho a dejar de ejercer el derecho de amar a quien les plazca, de igual forma tú también tienes el derecho a amar a quien
te plazca, el problema es cuando sientes que no te han correspondido, cuando te han despreciado, cuando te han ninguneado, cuando te has sentido vulnerable y has querido infructuosamente amar a quien no quiere amarte, el amor es lo único en lo cual no necesitas migajas quien te ame ten por seguro que no lo hará de esa forma porque sencillamente no es amor, quien te ame lo hará a manos llenas, inclusive si tú no le correspondes, porque es infinito como el universo mismo y no impone condiciones, quien las ponga por igual no te ama. Personas se lamentan que sus padres no les amado lo suficiente imagínate que hay miles de personas quienes no han recibido nada de amor ni siquiera de sus padres y han sabido amar a otras personas, hay otras tantas que buscan el amor y no se dan cuenta que ya hay personas que les aman desinteresadamente, el amor no tiene la coerción ni siquiera de obligar a que sea correspondido, yo lo he vivido en mi camino han aparecido personas que me dejaron claro que no podían amarme y de necio insistí en que correspondieran y que estúpido fue de mi parte porque después encontré personas que lo hicieron sin ni siquiera pedírselos, fueron personas amorosas sin ni siquiera poner condición alguna y me amaron a manos llenas, ¡ese es amor! El que nace y perdura sin esperar nada, sin pretender, sin exigir, sin demandar…

¡Nadie está obligado a amarte! Por duro que suene, toda alma nace con el libre albedrío y debe de usar ese derecho, cuando algunas personas entienden el amor que les profesabas y se enteran de la belleza de tu alma tal vez ya has desaparecido del camino de esa persona, y sólo les queda de premio el lamento de haberte perdido, aunque el orgullo y la soberbia no les deje ver,

Tú sabes en tu corazón que ha sido así y por lo general cierras círculos que te permiten avanzar a la siguiente etapa de tu vida, ese camino espinoso para muchos(as) es tan sólo la punta del iceberg que observamos en nuestra estaciones de la vida, muchos prefieren nunca amar y seguir en la vida ignorando el amor y terminan solos (tal vez sus lecciones particulares no le dejen conocer al amor como tal y deban de experimentar ese nivel de soledad) otros aman a personas que a todas luces no les corresponden y les tratan como si fuesen un objeto sin valor, no cualquierices tu amor, tu amor es algo muy valioso para dárselo a quien no lo quiera total quien no lo acepte no está obligado y por amargo que suene es la verdad.

No te enamores de estar enamorado avanza, avanzar significa asumir el desamor y no estereotiparlo porque han sido ingratos(as) contigo, tal vez no era el momento ni la persona adecuada, cuando pasa… ¡pasa! y muchos no tenemos control sobre ese sentimiento, yo mismo me he enamorado sin darme cuenta y me ha tocado asumir toda la carga que ha implicado no ser correspondido, pero la vida misma me enseñó a superarlo a veces quienes no te corresponden serán de igual forma víctima de la misma dinámica y alguien no les corresponderá es la ley del karma que sabiamente nunca se equivoca, no porque se lo desees sino para que pasen por la lección de sentirse de esa forma tan vulnerable.

¡Nadie está obligado a amarte! Supéralo aunque te toque romper con tu propio pasado, el dolor a veces es hasta sano que aparezca para que apliques el auto amor para que aprendas a darte palmaditas espirituales, para que no dejes que el evento te ciegue la belleza que hay en esta vida, no sabemos cuándo será nuestro final, la muerte está siempre a nuestra espalda, no pierdas el alma esperando a que alguien te ame, cuando tú mismo puedes hacerlo comprendiendo que nadie tiene la obligación de amarte, quien lo haga que lo haga por libre voluntad ni siquiera por que tú se lo hayas pedido, porque pedir amor es como ser un méndigo espiritual, yo lo he sido… desde niño esperaba que mi propia familia me amara y cuando entendí que ni ellos tenían la obligación de hacerlo me enteré que nacemos solos y nos iremos solos y debe de ser nuestro amor quien marque el sendero no el ajeno, si esperas a que los demás te amen por igual pierdes tu tiempo cuando entiendes que no necesitas que nadie te ame por obligación es cuando encuentras el camino, cuando entendí esa poderosa lección rompí con una familia que había decidido no amarme sino todo lo contrario vivían continuamente atacándome (desde mis defectos hasta todo lo que hacía) y de igual forma los dejé libres y entendí que esa era mi lección, nacer en una familia totalmente disfuncional y que para colmo tenían mucho resentimiento a sus mismas circunstancias no me dejé envenenar de dicho ambiente y mis hijos(as) saben que a pesar de mis defectos he sabido darles amor a pesar de mi pobre vida amorosa en el seno de una familia destruida e indiferente en cuanto al amor familiar, tu pasado no debe marcarte al momento de ofrecer amor, no necesitas poner la excusa del no amor para continuar en el camino de la vida, a pesar de carecer de amor tú decides a quién y cómo amar, incluso puedes amar a quien no lo merezca a lo mejor tu amor le sirva a superar sus quebrantadas vidas emocionales, no sabemos pero si sabemos que el amor es el bálsamo en cualquier relación en los contrastes que nos toca vivir en la vida.

Entiende que el amor es la única verdad, si amas no esperes nada, ¡hazlo! dale a quien desees todo tu amor, y no esperes que te den ni siquiera las gracias, ese es legado que dejamos, que nos recuerden por lo bueno no por lo oscuro que todos tenemos, si tienes que pedir perdón ¡hazlo!

No dejes pasar la oportunidad de sanar y de sanarte, aprende a darle amor incluso a quienes te hicieron daño, los grandes maestros espirituales nos han dejado esa poderosa lección, es el reto: ¡amar a seres que no han sabido aceptar ni dar amor!, a quienes hacen el mal y dañan por desconocer lo bien que es dar amor, amar a quienes debieron y decidieron no amarte, a quienes te dejaron el corazón destruido, a quienes hicieron de ti una persona miserable en todos los sentidos posibles, ¡déjales ir!

Es tiempo de construir tu paz interior, muchos de ellos(as) hasta muertos(as) pueden estar y no por ello vas a dejar de amarles, el amor es lo único que puede sanar un corazón herido, lo digo por experiencia propia, no esperes a estar en tu vejez para enterarte de las verdades que he escrito, es mi legado, es mi vida, nadie puede decir que son mentiras porque sólo yo sé lo que es vivir sin amor, que nadie venga con el cuento que mi vida ha sido un lecho de rosas, sin embargo pude levantarme y seguir adelante, por ello te invito a amar, es la única cosa que podemos hacer, si deseamos recibirlo primero debemos de darlo, y créeme que nunca te arrepentirás de hacerlo. Desde las profundidades de mi corazón todo el amor para el que lea éste humilde artículo. ¡Bendiciones!

Dedicado a todos(as) aquellos(as) que decidieron no amarme, ello me enseñó a amar sin límites y les agradezco su lección, amor infinito a todos(as) ellos(as), ¡gracias!

Gracias! Ezequiel Méndez




DIA SABADO DIA DEL ARCANGEL ZADKIEL Y SU LLAMA VIOLETA DE TRANSMUTACION.

Yo Soy Zadquiel, el ángel violeta del rayo, el fuego violeta, en esta inimitada luz podréis conseguir todo lo que deseáis para el bien tuyo y de la humanidad.

Cuando estéis tranquilos y sólos, imaginaros que todo el planeta, toda persona, todo lugar está ardiendo en esa llama violeta, así ayudaréis a liberar karma a la
humanidad y a todo el insconciente colectivo. Cada vez que realiceis este trabajo espiritual con la llama violeta podreis liberar a muchos seres de la cadena del samsara.

Cada vez que transmutas con la llama violeta liberas a todo ser que está encarnado.
Tienes la oportunidad de llegar a ser un maestro del fuego sagrado, el darma a la Tierra que tanta falta le hace, cada vez que recuerdes y ocupas este fuego hasta que sea una necesidad en ti.

Visualiza, visualiza, visualiza todo el tiempo… ilumina a todo ser desde tus ojos… desde tus manos… con todo tu ser… el fuego violeta. Tan solo nombrar la llama violeta se enciende y actúa automáticamente ya que es una llama viva y poderosa que encierra y contiene todas las llamas.

Solo así podemos traer a la Humanidad a través del trabajo de ustedes y de todo aquel que les escuche y aprenda a trabajar la edad dorada, en toda la vibración planetaria cósmica cambiará, pero si el ser humano no despierta nada de esto acontecerá, seguirán sumidos en sus guerras, conflictos, humillaciones, corrupciones y apegos.

La ley del perdón a través del amor es el único de los caminos que pueden ayudar a crecer espiritualmente a toda la humanidad.